miércoles, 26 de febrero de 2014

CAMINO DE ROSAS

 Nadie dijo que la vida fuese fácil, de hecho, es todo menos eso. Si alguien se ha pensado alguna vez que esto es un camino de rosas, un sendero de risas o una carretera llena de clubs de alterne se equivoca de cabo a rabo.
La vida es muy puta, te hace sufrir por cosas que no mereces y la mayoría de veces ni siquiera existe la oportunidad de defenderse. Pero no por ello debemos obviar lo bueno.
Si hiciésemos un cómputo global entre llantos y risas, seguramente no compensaría, sobre todo, porque los llantos siempre pesan más que la risa si los ponemos en una balanza. Pero ese no debe ser motivo para no poder disfrutar los momentos divertidos que tenemos. 

 Debemos vivir cada momento bueno con toda la intensidad que podamos, sin acordarnos de los malos, sin pensar en lo que nos acecha, sin pesos, sin ataduras... disfrutando libremente.

 Lo malo nos llega, en muchos casos, sin haberlo buscado, mientras que lo bueno debemos intentar encontrarlo. Es trabajoso y a veces muy pesado, pero tenemos que poner de nuestra parte, acercar las cosas que nos gustan y divierten y alejar todo aquello que nos pueda dañar.

 A veces, pasan cosas buenas a nuestro lado y no nos damos cuenta, no nos centramos en ellas ni disfrutamos de lo que ocurre porque estamos dándole vueltas a algo malo, estamos deprimidos o pensando en nuestros problemas... pero todo eso puede esperar, podemos dejarlo a un lado durante unos minutos y disfrutar un momento de la libertad que te da el reir sin compromiso, el llorar de risa en lugar de pena, en compartir un estado de felicidad. Los problemas seguirán ahí, pero nadie nos podrá robar nunca más esa carcajada soltada al viento, ese disfrutar un minuto de un sentimiento tan puro que nunca puede llevar a algo malo.

 Es más que probable que la mayoría de vosotros ya haya sufrido más de lo que una persona debería sufrir, pero aquí seguimos, peleándonos con la vida por un motivo, y ese no es otro que conseguir un puñado de buenos momentos... no los dejemos pasar, por favor, pues son pocos, no pesan, pero es lo que hace que cada mañana nos levantemos con ganas de cambiar las cosas.

 Para mí, un momento de risas, un minuto de libertad, un instante de pureza y de no pensar en nada más que en el momento, es lo que me hace moverme... es lo que hace que todas las mañanas me levante con una gran sonrisa, es por lo que sigo aquí, peleando, luchando y aceptando cada momento malo y cada problema como un obstáculo más en el camino de rosas.